María José Alonso: “Trabajamos en el desarrollo de nanoterapias oncológicas personalizadas para atajar cánceres muy graves”

María José Alonso

•   “Las vacunas ARN y las terapias basadas en fármacos biológicos son prometedoras: pueden prevenir y tratar de forma muy eficaz distintas enfermedades infecciosas (como la covid-19) y podremos tratar con enfermedades raras de origen genético, el cáncer o las enfermedades autoinmunes”
 
•   “Me frustra ver a mujeres que renuncian a su progreso científico y a su carrera profesional porque piensan que es incompatible con una vida personal y familiar”
 
•   “Sin duda, la formación de personal investigador, la colaboración con el equipo y el debate colectivo es lo más satisfactorio del trabajo”
 
Doctora en Farmacia y catedrática de Famacia y Tecnología Farmacéutica en la USC, María José Alonso Fernández puso en marcha hace más de tres décadas un laboratorio pionero en nanomedicina y en los sistemas de liberación de fármacos y vacunas, que sigue dirigiendo. Estuvo en la primera línea de investigación en la lucha contra la covid-19 y trabaja en la búsqueda de nanoterapias que combatan con mayor eficacia enfermedades como el cáncer, dolencias autoinmunes o de origen genético. Conocida y reconocida internacionalmente, la investigadora y profesora Alonso es también valorada en Galicia, y así lo acreditan galardones como el Premio María Josefa Wonenburger Planells (2013) que concede la Unidad Mujer y Ciencia de Galicia, o la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia (2018).
 
-  La covid hizo que la sociedad mirasa hacia la ciencia en busca de respuestas y herramientas para combatir una pandemia que nos obligó a tomar conciencia de la fragilidad humana. ¿Cómo afrontaron las investigadoras e investigadores este reto?
 
- Lo afrontamos con gran inquietud y, a la vez, entusiasmo. Desde el primero momento fui consciente de que mi grupo, contando con una experiencia de 30 años en el desarrollo de vacunas, tenía que contribuir a la causa. Desde marzo de 2020 hasta julio del 2021 trabajamos en ello intensivamente 6 personas, en colaboración con un gran consorcio europeo. Fue una época de mucha tensión emocional, pero también muy formativa para mis colaboradores.
 
-  ¿Cree que el interés de la sociedad por la ciencia se mantendrá en el tiempo o será algo puntual, fruto del miedo?

 
- Yo espero que este reconocimiento del valor de la ciencia, que aún es limitado, crezca con el tiempo. Pienso que ahora la sociedad está más alerta sobre las noticias de carácter científico aunque también aumentó el número de noticias falsas. Esto provoca un estado de confusión que los científicos, en alianza con los medios de comunicación, tenemos que aclarar.
 
-  Su grupo trabajó en una vacuna ARN para la covid. ¿Hasta donde llegaron en este proyecto y que queda por andar?
 
- Nuestro grupo trabajó en el desarrollo de una vacuna ARN en el marco de un consorcio en el que había expertos en inteligencia artificial, inmunología, virología y biotecnología. Nuestro trabajo consistió en la incorporación de las moléculas de ARN a las nanopartículas, para protegerlas frente a su degradación y facilitar la integración del ARN en las células del sistema inmune. Nuestros prototipos se testaron en animales de experimentación y el procedimiento para su preparación y caracterización se trasladó a la empresa Hipra. Nuestro trabajo concluyó al agotarse los recursos económicos.
 
-  Cualidad investigadora, innovación, transferencia del conocimiento al nivel asistencial e industrial definen al grupo que lidera. ¿Por qué con equipos de investigación tan punteros en España, aun no fuimos capaces de producir una vacuna?
 
- Son varios los factores que influyeron. En primer lugar la financiación, que en nuestro caso fue muy inferior al disponible en los países que desarrollaron las vacunas, como Estados Unidos, Alemania o Inglaterra -del orden de miles de veces inferior-. No menos importante es el ecosistema para la traslación y la trayectoria. Las vacunas ARN son fruto de décadas de trabajo -nada casual, como se divulgó en alguna ocasión-  tanto a nivel de las secuencias de ARN como de las nanopartículas lipídicas que las transportan. Además, no cabe duda de que la localización central de las grandes farmacéuticas en los países más desarrollados aceleró de manera drástica su comercialización. El esfuerzo fue fenomenal tanto desde la perspectiva académica como industrial. En esta línea, en España, las empresas del sector ganaron fuerza de modo que ahora estamos mucho más preparados para afrontar la producción de vacunas ARN que hace 2 años. 
 
-  Estamos hablando de la gripalización de la covid y ya no solo hablamos de vacunas sino también de fármacos para tratar la enfermedad. Su grupo también está diseñando un fármaco para la covid. ¿En qué fase están?
 
- Efectivamente, estamos diseñando un tratamiento dirigido a la etapas tempranas de la infección que quizás pueda también actuar para prevenir no solo la covid, sino otras enfermedades virales. Estamos en una fase muy temprana dirigida a la realización de la prueba de concepto en animales de experimentación. Si los resultados son positivos procederemos a la realización de un pequeño ensayo clínico en el plazo de algo más de un año.
 
- Su grupo lleva una década investigando una vacuna para el VIH. ¿Cómo van los trabajos?
 
- Llevamos 10 años colaborando con grupos americanos y canadienses en el desarrollo de una vacuna frente al VIH. La probamos ya en varias series de grupos de macacos. Sin embargo, en este momento, estamos pendientes de lograr la financiación para hacer el desarrollo preclínico completo. Se trata de una vacuna particularmente compleja a la que creo que no se le dedicaron los recursos necesarios, tal y como sucedió con la covid.
 
- Tanto en la vacuna anti- covid cómo en la del sida o en tratamientos para otro tipo de enfermedades,  ustedes apuestan por la administración vía nasal. ¿Qué ventajas supone para los pacientes?
 
- Sí, nosotros estamos particularmente especializados en las vacunas nasales, actividad que en su día fue promovida por la fundación Bill & Melinda Gates. La vacunación por vía nasal permiten evitar el uso de agujas inyectables, y por lo tanto, la necesidad de acudir a un centro sanitario para la vacunación. Además, obtenemos acceso al sistema inmune de una forma directa.
 
-  ¿Qué otros proyectos centran su actividad investigadora?
 
- Trabajamos de manera intensa en el desarrollo de nanoterapias oncológicas personalizadas, con el objetivo de atajar cánceres muy graves como el de pulmón o de páncreas. También trabajamos en el desarrollo de nanoterapias dirigidas al tratamiento de enfermedades que afectan al sistema nervioso central, ayudando a los fármacos en su llegada al cerebro y finalmente a las células diana. Por último, dedicamos esfuerzos a la ingeniería tisular con el objeto de desarrollar un menisco artificial. Todos ellos son proyectos europeos consorciados en los que participamos expertos especialistas en distintos ámbitos para afrontar un importante problema de salud.        
                       
-  Los fármacos nanodirigidos demostraron su eficacia y menores contraindicaciones para las personas enfermas. ¿Qué podemos esperar de ellos en el futuro?
 
-  Las vacunas ARN, y en general todas las terapias basadas en fármacos biológicos, nos ofrecen un futuro altamente prometedor. Además de poder prevenir y tratar de forma muy eficaz enfermedades infecciosas -como ocurrió con la covid-, podremos tratar dolencias raras originadas por defectos genéticos relevantes, el cáncer, enfermedades autoinmunes y muchas otras. Este es nuestro ámbito de especialización, el planteamiento de fármacos biológicos, independientemente de cual sea la patología. Lo que conseguimos es que estos fármacos, que son complejos estructuralmente y vulnerables, sean más estables y sean capaces de atravesar las barreras biológicas hasta llegar a su diana terapéutica.
 
-  Desde 1992 lidera un grupo pionero en nanomedicina y en sistemas de liberación de fármacos y vacunas. ¿Qué le hizo adentrarse en este ámbito de la investigación?
 
- Yo inicié mi formación en este campo en el año 1986, cuando comenzaba a vislumbrarse como la vertiente más innovadora en la tecnología farmacéutica. En 1986-87 me formé en Francia con el doctor Patrick Couvreur, uno de los grandes pioneros de la nanotecnología farmacéutica. A continuación puse en funcionamiento mi laboratorio en la Universidad de Santiago de Compostela pero, siendo consciente de la necesidad de una mayor formación, me desplacé al Instituto Tecnológico de Massachussets, donde me formé en bioingeniería de la mano del líder mundial, el doctor Robert Langer. Allí trabajé en el planteamiento de vacunas y en terapia genética, ámbitos en los que se centra mi especialidad.

- ¿Qué es lo que le resulta más satisfactorio de su trabajo?
 
- Sin duda, la formación del personal investigador, el trabajo en equipo, el debate colectivo. Además de disfrutar mientras colaboro con el grupo, me llena de satisfacción verlo tan feliz y observar su trayectoria de desarrollo profesional. Acudo a mis compañeros y compañeras con frecuencia en la búsqueda de asesoramiento, lo que genera en mí sentimientos de orgullo.
 
-  Es la autora más citada en España en el área de farmacia y farmacología, estuvo entre los TOP TEN en farmacología y está en la Power List de los investigadores más influyentes en el campo de la Biofarmacia, pero también es nombrada repetidamente como referente femenino de la ciencia, como un ejemplo para las jóvenes que quieren ser científicas.
 
- Yo me veo cómo una mujer normal, como veía a mi madre o a mis hermanas, muy trabajadoras, amantes de los retos y con un gran sentido de la responsabilidad. Cuando me citan como persona influyente o referente, me quedo con la idea de que, si esa citación puede inspirar a las jóvenes en su desarrollo profesional, está bien. Me frustra ver a mujeres que renuncian a su progreso científico y a su carrera profesional porque piensan que es incompatible con una vida personal y familiar plena; mujeres que priorizan el desarrollo profesional de sus parejas, cuando en realidad ellas tienen grandes valores que aportar a la sociedad a través de su trabajo.
 
 - Su trayectoria le permite evaluar la situación de la mujer en la ciencia en las últimas décadas. ¿Qué retos quedan por delante para conseguir la plena igualdad entre investigadoras e investigadores?
 
- Creo que se avanzó de manera importante a nivel legislativo y a nivel social. Se reconocen mucho más que antes los derechos de las mujeres y nos estamos desprendiendo de esos roles profesionales que relegaban a la mujer a un segundo plano. Con todo, este desprendimiento es aún muy lento y creo que queda bastante por hacer a nivel educacional -primero en el contexto de la familia pero también de las instituciones-, de los medios de comunicación y de las redes sociales. De hecho, las redes están promoviendo un retroceso en el reconocimiento del papel de la mujer en la sociedad, sobre todo entre adolescentes y chicas. A través de las asociaciones científicas intentamos ayudar a las mujeres para que se valoren más y asuman más libremente sus aspiraciones profesionales.
 
María José Alonso fue galardonada en el año 2013 con el premio María Josefa Wonenburguer Planells, que reconoce a las mujeres científicas de Galicia, mujeres que supieron adelantarse a su tiempo y que abrieron caminos a muchas otras. El galardón, creado por la Xunta de Galicia y que otorga desde 2007 la Unidad de Mujer y Ciencia, lleva el nombre de la investigadora y matemática gallega, una auténtica pionera y referente femenino internacional en el ámbito de las ciencias y una científica adelantada a su tiempo. Más información sobre el premio, aquí.