María Josefa Wonenburger Planells
María Josefa Wonenburger Planells, a quién llamaremos muchas veces María a lo largo del texto, nació en Montrove (Oleiros, A Coruña) el 19 de julio de 1927, en el seno de una familia culta y con buena situación económica.
Su apellido paterno es de origen alsaciano; cuando ella nació, la familia ya llevaba más de cuatro generaciones viviendo en Galicia y regentaban una conocida fundición en A Coruña. Su familia materna procedía de Valencia.
Después de sus estudios primarios en el Colegio Francés y posteriormente en el Colegio del Ángel de A Coruña, María realizó la enseñanza secundaria en el Instituto Eusebio de A Guarda, situado en el centro de la ciudad. Era una época complicada, los años posteriores a la guerra civil española.
María, además de una magnífica estudiante, era aficionada a los deportes, a la música y a los idiomas, algo que siguió cultivando a lo largo de toda su vida.
Aunque a sus padres les hubiera gustado que estudiara una ingeniería, para continuar con el negocio familiar, respetaron el deseo de María de estudiar la carrera de Matemáticas. Puesto que en Galicia no tenía la posibilidad de realizar estos estudios, en 1945 se traslada a la Universidad Central de Madrid (actualmente Universidad Complutense).
Se instaló en la famosa “residencia de señoritas” de la calle Fortuny, una residencia estatal a la cual acudían estudiantes de clase media de diferentes lugares de España y que había sido dirigida por la ilustre pedagoga María de Maeztu. Sus precios se mantenían sin subir desde antes de la guerra civil, por lo que las comodidades que ofrecían sus instalaciones eran escasas. Allí conoció otras jóvenes y hizo buenas amigas que también llegaron a ser destacadas profesionales en las Artes o en las Ciencias.
En la Facultad, María Wonenburger destacaba por sus buenos resultados académicos, por lo que era conocida entre el profesorado y el alumnado. Este acudía muchas veces a ella para que les explicara algún tema o les ayudara en la resolución de algún problema, algo que siempre hacía generosamente. Era sorprendente el hecho de que María cuando asistía a clase nunca tomaba notas y, con calma, en su residencia, cada día al terminar las clases elaboraba sus propias notas, recordando lo que le explicaban sus profesores, entre otros matemáticos muy conocidos como Julio Rey Pastor, Ricardo San Juan o Germán Ancochea.
Después de cinco años de carrera María obtuvo el título de licenciada en Matemáticas y comenzó a realizar en Madrid los cursos de doctorado. También asistía a conferencias de algunos matemáticos extranjeros que eran invitados por el profesorado de la Facultad. Puesto que en aquella época tenía pocas posibilidades de obtener un trabajo acorde con su formación, sus profesores la animaban la que pidiera bolsas para ampliar sus estudios en el extranjero y así solicitó y obtuvo una bolsa Fulbright para realizar la tesis doctoral en los EE.UU. (fue la primera matemática española en obtenerla).
En verano de 1953 María, con los demás estudiantes becarios procedentes de diferentes ciudades del Mediterráneo, viaja en barco desde Gibraltar a Nueva York. Allí, después de un curso intensivo de inglés, se traslada a la Universidad de Yale (Connecticut), donde el famoso matemático Nathan Jacobson será su director de tesis.
Una vez terminado su doctorado en EE.UU., María Wonenburger regresa a España con la intención de quedar y conseguir trabajo. Pero aquí no le reconocen el título americano de doctora, por lo que realiza otra tesis doctoral en España, con la que tampoco obtiene el título de doctora, esta vez por problemas burocráticos. Posteriormente, el destacado matemático Israel Halperin le propone que vaya a Canadá a trabajar con él, y María vuelve a solicitar una bolsa -que se le concede- y se traslada a ese país.
María Wonenburger fue profesora en la Universidad de Toronto (Canadá) y posteriormente en las universidades de Buffalo e Indiana (EE.UU.), llegando a ser “Full Professor”, el equivalente en España a la categoría de “Catedrática”, la más elevada en la Universidad.
Durante ese tiempo, María publicó artículos de investigación en prestigiosas revistas de Matemáticas y dirigió varias tesis doctorales, algunas de ellas de gran repercusión internacional. Su investigación se enmarca en el área de Álgebra; son de destacar las aplicaciones que tuvieron los trabajos de María Wonenburger y de sus alumnos/las en el campo de las Matemáticas, la Física y la Informática.
Sus discípulas y discípulos alaban siempre el buen carácter y la inteligencia de María: los sabía dirigir con destreza y conseguía transmitirles su pasión por la investigación y por las Matemáticas. María Wonenburger se retiró de la docencia y de la investigación por motivos personales: dedicarse al cuidado de su madre. Es seguro que de seguir con su trabajo habría conseguido aún más logros en su ya destacada carrera. Desde su jubilación prematura María Wonenburger vivió en A Coruña, allí seguía cultivando sus aficiones y su pasión por las Matemáticas, habitualmente se le podía ver acompañada de sus amigas y amigos en algún concierto, en el cine o paseando cerca de la playa. En esta ciudad falleció el 14 de junio de 2014.
Desde el año 2006, María Josefa Wonenburger Planells da nombre a los premios de la “Unidade Muller e Ciencia” de la Secretaría Xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia.
