 
- A pesar de que las mujeres representan alrededor del 50% de las personas investigadoras en España, solo recibieron el 17,6% de los premios estrictamente científicos entre 2009 y 2014.
- En los Premios Nacionales de Investigación, solo 8 de las 103 personas galardonadas fueron mujeres, representando un escaso 7,8%.
- Los mecanismos de nombramiento indirecto y la composición de los jurados, mayoritariamente masculinos, perpetúan la infrarrepresentación de las científicas en los galardones más prestigiosos.
Mujeres y premios científicos: una desigualdad persistente
El reconocimiento a través de premios científicos es uno de los elementos clave para dar visibilidad al trabajo de las personas investigadoras e impulsar sus carreras. No obstante, en el ámbito de la ciencia, las mujeres reciben una proporción muy inferior de galardones en comparación con sus colegas hombres.
Según el informe Las mujeres en los premios científicos en España 2009-2014, publicado por la Unidad de Mujeres y Ciencia de la Secretaría de Estado de I+D+i, solo el 17,6% de los premios científicos fueron otorgados a mujeres durante ese período, a pesar de que representan alrededor del 50% de las personas investigadoras en España.
Este desequilibrio es particularmente evidente en los premios de mayor prestigio, como los Premios Nacionales de Investigación, donde el 92,2% de los galardones recayeron en hombres. Entre 1982 y 2014, solo 8 mujeres recibieron este premio, frente a 95 hombres. Otros premios de gran relevancia, como los Premios Rey Jaime I o los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, presentan cifras similares, con apenas un 5,88% y un 5,77% respectivamente de mujeres galardonadas en los últimos años.
Los obstáculos que impiden el reconocimiento de las científicas
La baja presencia de mujeres en los premios científicos no es una cuestión de mérito, sino el resultado de diversos factores que dificultan su acceso a estos reconocimientos.
- Mecanismos de nombramiento que favorecen a los hombres
Uno de los factores que contribuye a la desigualdad de género en los premios científicos es el propio sistema de presentación de candidaturas. Existen tres tipos principales de mecanismos: autonombre, nombramiento automático al participar en eventos científicos y nombramiento indirecto, esta última muy común en los premios de mayor prestigio. El autonombramiento es habitual en premios universitarios y para investigadores noveles, mientras que el nombramiento indirecto predomina en los galardones más importantes. De hecho, en 8 de los 10 premios científicos más prestigiosos en España, la candidatura de una persona investigadora depende de que otra persona o institución la proponga. Esto supone una barrera significativa para las mujeres, ya que la mayoría de los miembros de la comunidad científica con capacidad para proponer candidaturas son hombres, perpetuando la infrarrepresentación femenina en los premios. Además, muchos de estos premios se basan en redes de contactos dentro de la élite científica, donde las mujeres siguen siendo minoría. El llamado efecto de la "cooptación por género" (Wenneras y Wold, 1997) explica cómo los procesos de selección tienden a reproducir patrones preexistentes, haciendo que la mayoría de los galardonados sean hombres porque la mayoría de los proponentes también lo son. Esto, combinado con el menor número de mujeres en puestos de dirección y en premios anteriores, crea un círculo vicioso que dificulta el reconocimiento de las investigadoras, incluso cuando su trabajo es de alta calidad. Los datos muestran que en los premios de nombramiento directo la representación femenina es mucho mayor. En el Premio Nacional de Educación de Fin de Carrera, donde las candidaturas están compuestas por todo el alumnado graduado, más del 50% de las personas candidatas admitidas fueron mujeres. Del mismo modo, en el Premio de Investigación de la Fundación SGAE, donde también se aplica el nombramiento directo, el 58,9% de las candidaturas entre 2009 y 2014 fueron femeninas. Por el contrario, en los Premios Príncipe de Asturias, solo el 3% de las candidaturas presentadas entre 2009 y 2014 fueron de mujeres. En los Premios Rey Jaime I, la cifra apenas alcanza el 10%. Estos datos evidencian que las científicas tienen muchas menos posibilidades de ser propuestas como candidatas, reduciendo drásticamente sus opciones de ser premiadas. 
- Jurados masculinizados
La composición de los jurados también juega un papel fundamental. Según el informe Las mujeres en los premios científicos en España 2009-2014, menos de la mitad de las instituciones promotoras de premios hacen pública la composición de sus jurados en cada edición, lo que impide analizar con precisión la representación de mujeres en estos órganos de decisión. En los premios analizados, la media de mujeres en los jurados fue del 21,7%. En los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, por ejemplo, solo el 11,2% de los miembros de los jurados eran mujeres, mientras que en los Premios Príncipe de Asturias eran el 24,32%, y el 16,70% en el caso de los Premios Rey Jaime I. La escasa presencia femenina en estos organismos de decisión perpetúa el sesgo de género, ya que los jurados suelen reconocer la excelencia en función de criterios y redes de contacto que históricamente han favorecido a los hombres. La opacidad es particularmente evidente en muchos de los premios científicos más prestigiosos, donde la selección de los miembros del jurado suele realizarse sin garantizar la paridad de género. Solo algunos galardones, como los Premios Nacionales de Investigación, el Premio Nacional de Innovación y Diseño y el Premio Nacional de Historia de España, incluyen en sus bases una recomendación para lograr un equilibrio entre hombres y mujeres en sus jurados, en cumplimiento de la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres. Este escenario pone de manifiesto la necesidad de reforzar la transparencia en los procesos de selección, garantizando la publicación de los nombres de los miembros de los jurados, estableciendo cuotas de género en estos órganos y adoptando criterios de evaluación claros y objetivos para todas las candidaturas. 
Hacia una mayor equidad en los premios científicos
En los últimos años, diversas iniciativas están trabajando para reducir la brecha de género en los premios científicos y garantizar un reconocimiento más equitativo del talento femenino. Algunas organizaciones e instituciones han creado galardones específicos para mujeres con el objetivo de dar visibilidad a sus contribuciones. Entre los más destacados están:
- Los Premios L'Oréal-UNESCO "For Women in Science", que en España ya han premiado a más de 80 científicas desde su creación, ofreciendo apoyo económico para la investigación y la visibilidad de las mujeres en la ciencia.
- Los premios al Joven Talento Científico Femenino, impulsados por la Fundación Real Academia de Ciencias de España (FRACE), que ayuda a las mujeres a lanzar y consolidar sus carreras en el ámbito científico y tecnológico.
- Premios WONNOW, promovidos por CaixaBank y Microsoft, dirigidos a estudiantes de carreras STEM para incentivar su presencia en el sector tecnológico y reconocer la excelencia académica femenina.
- El Premio María Josefa Wonenburger Planells, creado por la Xunta de Galicia en 2007 para reconocer a mujeres gallegas que han destacado en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Este galardón, otorgado anualmente a través de la Unidad de Mujer y Ciencia, lleva el nombre de la matemática gallega María Josefa Wonenburger, pionera y referente internacional en su disciplina. Este galardón tiene como objetivo visibilizar las contribuciones de las mujeres gallegas a la investigación científica y tecnológica.
Además, algunos de los galardones científicos más prestigiosos han comenzado a implementar cambios para corregir esta desigualdad. Por ejemplo, los Premios Nacionales de Investigación modificaron sus bases en 2024 para garantizar una mayor paridad entre las personas galardonadas. Asimismo, algunos premios están estableciendo cuotas para asegurar una representación equilibrada de mujeres en los jurados y entre las personas candidatas.
Para reducir los sesgos de género en los procesos de selección, es fundamental aumentar la transparencia en la composición de los jurados y en la evaluación de las candidaturas. Por ende, diversas organizaciones están promoviendo iniciativas para incrementar la presencia de científicas en conferencias, congresos y medios de comunicación.
Conclusión: un cambio necesario y urgente
La desigualdad de género en los premios científicos es una manifestación más de la brecha que persiste en el ámbito de la investigación. El hecho de que las mujeres sigan recibiendo una proporción tan pequeña de galardones no solo supone una injusticia, sino que también perpetúa su invisibilidad y dificulta el avance de sus carreras.
La corrección de esta situación requiere medidas concretas, como la modificación de los criterios de selección, la promoción de candidaturas femeninas y la garantía de que los jurados sean equilibrados en términos de género. Solo así se podrá avanzar hacia un sistema de premios más justo y representativo del talento científico en nuestro país.