 
“El verdadero avance científico sólo es posible cuando existe una participación igualitaria de mujeres y hombres que lo generan y desde la inclusión de la dimensión de género”
Una trayectoria que combina investigación, divulgación y formación de nuevos talentos, Eva Poveda ayudó a mejorar el conocimiento sobre VIH y otras infecciones virales, y junto con otros dos institutos de investigación sanitaria de Galicia, fue reconocida este año con la Medalla Emilia Pardo Bazán. Como directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur (IIS Galicia Sur), Eva lidera iniciativas pioneras en salud pública e igualdad de género en la ciencia. Hoy comparte con nosotros su experiencia y logros, así como la visión y compromisos que marcan su trabajo.
P. Fuiste premiada en varias ocasiones por tu trabajo en VIH y otras infecciones de transmisión sexual. ¿Qué significa para ti este reconocimiento y cómo influye en tu motivación para continuar investigando?
R. Apostar por hacer una carrera investigadora supone un extra de motivación y resiliencia. Los premios y los reconocimientos oficiales son estímulos necesarios que refuerzan la esencia investigadora y ponen en valor el esfuerzo realizado, los logros alcanzados y el impacto que tiene nuestro trabajo en la sociedad. En mi caso, el premio de la Fundación Lòreal-Unesco Fuere Women in Science en el año 2012, llegó en un momento en el que, debido a la inestabilidad laboral, estaba contemplando la posibilidad de una retirada del ámbito de la investigación y su concesión me dio alientos y supuso una motivación para no hacerlo.
P. ¿Qué papel crees que tienen los biobancos, como el del VIH y el de la COVID-19, en el avance de la investigación clínica y virológica?
R. Los biobancos, y muy especialmente cuando las muestras biológicas están acompañadas de información clínica y epidemiológica, son claves en la generación del conocimiento científico en el ámbito de la biomedicina en general. En el caso particular del VIH y la COVID-19, permiten abordar los mecanismos moleculares que pueden explicar diferentes aspectos fisiopatológicos relacionados con la evolución clínica que posibilitan, por ejemplo, la identificación de biomarcadores que ayuden a optimizar el seguimiento clínico de las personas con estas infecciones.
P. ¿Cuáles son los mayores desafíos para integrar los nuevos descubrimientos científicos sobre VIH y COVID-19 en la práctica clínica diaria?
R. La integración de los conocimientos en el ámbito del VIH y de la COVID-19 fue precisamente lo que cambió radicalmente la historia natural de ambas infecciones, bien mediante la combinación de tratamientos altamente eficaces capaces de controlar la replicación viral, aunque no la de eliminar al virus en el caso del VIH, o a través del diseño de vacunas preventivas en el caso de la COVID-19. La inclusión de los nuevos conocimientos en la práctica clínica diaria pasa por demostrar que tienen un beneficio global y asegurar una mejora significativa en el diagnóstico, tratamiento o seguimiento clínico de las personas afectadas. Es imprescindible un abordaje multidisciplinar para que los descubrimientos científicos puedan llegar a tener un impacto en la práctica clínica.
P. ¿Cómo fue la experiencia de coordinar un equipo multidisciplinar para la creación de la cohorte COVID-19 en Galicia y qué aprendiste de este proceso colaborativo?
R. Fue un reto en un momento de muchísima incertidumbre. Recuerdo las primeras visitas al Hospital Álvaro Cunqueiro en plena pandemia cuando aún estábamos confinados para poner la Cohorte en marcha con una sensación de mucha responsabilidad. Por mi experiencia en el campo del VIH, yo tenía muy clara la necesidad de la creación de esta cohorte para poder tener una base sólida para la generación de conocimiento y poder dar respuesta a las múltiples preguntas que nos hacíamos en aquel momento. En estos casos, el abordaje multidisciplinar y colaborativo es clave, no solo durante el proceso de creación, sino también en el de explotación. La cohorte estuvo y está abierta a todos los investigadores e investigadoras que tengan algo que aportar para avanzar en el conocimiento de esta infección. Fueron muchas las solicitudes de datos y muestras biológicas a nivel autonómico y nacional recibidas para el desarrollo de trabajos de investigación. La creación de la Cohorte COVID, fue financiada con Fondos COVID-19 del Instituto de Salud Carlos III y supuso una gran ayuda y soporte, especialmente en los inicios.
P. Siendo miembro de numerosos paneles de expertos y comités científicos ¿Cómo gestionas el equilibrio entre la investigación, la docencia y la divulgación científica?
R. Pienso que estas actividades son fundamentales y deben de formar parte de la actividad de una investigadora. Mi trabajo no finaliza con la generación del conocimiento, que junto con mi experiencia tiene que ser trasladado a la práctica clínica, a la comunidad científica y a la sociedad. Todas ellas están integradas en mi actividad diaria y esa es la forma de gestionarlo.
P. Tu trayectoria incluye una fuerte apuesta por la formación de nuevas y nuevos investigadores. ¿Cuáles consideras que son los principales obstáculos para las nuevas generaciones que quieren dedicarse a la investigación?
R. Potenciar el nuevo talento investigador y darle visibilidad es imprescindible para asegurar el relevo generacional y dar continuidad a líneas de investigación que son claves para abordar los grandes retos en salud. Actualmente, tenemos una preocupación porque este aspecto no fue cuidado suficientemente, y no es algo que se pueda improvisar, por lo que en algunos casos hay grupos de investigación que desaparecen cuándo el/la responsable del grupo finaliza su etapa profesional. Además, identificamos en general, un cambio en las prioridades de las nuevas generaciones, no tan centradas en el éxito profesional y más en el bienestar personal y familiar. Si queremos nuevas generaciones dedicadas a la investigación tenemos que ofrecer estabilidad laboral, una buena mentorización, y proyectos ilusionantes.
P. Tu implicación en iniciativas de divulgación científica es notable. ¿Qué impacto crees que tienen estas actividades sobre la percepción de la ciencia por parte de la sociedad y cómo se puede mejorar esta relación?
R. La divulgación de la ciencia a la sociedad es una responsabilidad de todas las personas dedicadas a la ciencia. Es fundamental que los avances científicos sean transmitidos a la sociedad y fomentar la cultura científica. La forma de hacerlo desde nuestro campo es abriendo las puertas de nuestros centros o institutos de investigación a diferentes públicos, para que conozcan de cerca nuestro ámbito de trabajo y las aportaciones que hacemos. Pero también, acercándonos a otros escenarios más cotidianos, a la calle, al teatro, al cine, y desde allí ofrecer actividades originales e innovadoras que conecten con la ciudadanía. Diseñar contenidos atractivos de máximo rigor y adaptados a los diferentes públicos es clave.
P. Como directora científica del IIS Galicia Sur ¿Cuáles son los objetivos prioritarios que te marcas a corto y largo plazo para el instituto en términos de investigación e innovación?
R. El objetivo general es ofrecer una estructura sólida y de apoyo a los investigadores que garantice los recursos óptimos para desarrollar una investigación de excelencia con un impacto en la mejora de la salud de la ciudadanía. Este objetivo lo abordamos desde el compromiso con los principios de investigación e innovación responsable que favorecen una ciencia abierta, igualitaria e inclusiva. En los dos años y medio que llevo en la dirección, hicimos realidad diferentes hitos, como un incremento en la captación de fondos de investigación en convocatorias públicas del 150%, la consolidación de nuestro compromiso con la ciencia abierta a través de la creación de la Unidad de Cultura Científica e Innovación, alcanzar la paridad en nuestras estructuras científicas y de gobierno, potenciar la política de calidad, fomentar la formación y generar sinergias. Seguimos implementando diferentes acciones para continuar nuestra tendencia imparable de mejora para atraer más talento investigador, promover la traslación de los resultados de investigación a la práctica clínica diaria, dar visibilidad al trabajo que hacemos en las Áreas Sanitarias de Vigo y Pontevedra y promoviendo también la sinergia con el entorno y con diversas instituciones nacionales e internacionales.
P. ¿Qué proyectos o líneas de investigación estás liderando ahora y qué resultados esperas alcanzar en los próximos años en relación con el VIH y otras infecciones virais?
R. Actualmente, mis trabajos de investigación están centrados fundamentalmente en el VIH y la infección por SARS-CoV-2. En ambos casos son proyectos con una traslación muy directa ya que están realizados en cohortes de personas con estas infecciones. Son proyectos destinados a ampliar el conocimiento sobre las características de la inflamación asociada a estas infecciones y como esta inflamación puede relacionarse con comorbilidades específicas como pueden ser los eventos cardiovasculares. Profundizar en los mecanismos fisiopatológicos para poder identificar biomarcadores que nos permitan entender la evolución de la infección y la mejora del seguimiento clínico de los pacientes. En el caso del VIH, es de especial relevancia el campo del envejecimiento precoz, las comorbilidades asociadas y la polifarmacia. En el contexto de la COVID-19, estamos muy interesadas en dar respuesta a la condición de COVID persistentes y los mecanismos implicados.
P. ¿Cuál es tu visión sobre la evolución de los tratamientos antirretrovirales en el futuro próximo? ¿Crees que habrá avances significativos hacia una cura funcional del VIH?
R. La evolución de los tratamientos para el VIH fue extraordinaria en los últimos años, de forma que conseguir el control de la infección y preservar el sistema inmunológico de las personas con VIH dejó de ser un reto. Ahora, el desafío, en países como el nuestro con acceso al tratamiento y un sistema sanitario óptimo, está más en ofrecer una mejor calidad de vida, teniendo en cuenta el contexto del envejecimiento asociado, con una mayor tasa de comorbilidades y polifarmacia. Los avances hacia la cura funcional de la infección son diarios pero en este momento, cuando más conocemos, más sabemos de la complejidad del reto.
P. ¿Qué cambios crees que son necesarios para que las mujeres tengan más visibilidad y oportunidades en el ámbito científico?
R. Actualmente, disponemos de políticas en favor de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, pero lo que necesitamos es la implementación activa de estas políticas. Es decir, hacer realidad esa igualdad en comités científicos, órganos de gobierno, participación en proyectos, puestos de dirección, visibilidad en los medios...
P. ¿Y para que las investigaciones biomédicas se hagan con perspectiva de género?
R. Pues el mismo, implementarla. Actualmente, en las convocatorias de financiación públicas ya exigen tener en cuenta este criterio y es puntuable, aunque desde hace poco tiempo. Para hacer correctamente esta inclusión es necesaria la formación de los investigadores para que la tengan en cuenta en todo el proceso de investigación. El verdadero avance científico sólo es posible cuando existe una participación igualitaria de mujeres y hombres que lo generan y desde la inclusión de la dimensión de género en todas las fases del proceso de investigación.
P. ¿Piensas que faltan referentes femeninas para aumentar el interés de las chicas que están en la escuela por la ciencia?
R. Sí, faltan referentes femeninas porque llevamos demasiado tiempo sin ellas, aunque en los últimos años se está trabajando de forma muy activa visibilizando científicas. Pero lo que realmente falta, es un contexto social en el que el hecho de ser mujer no condicione tus decisiones laborales.
P. ¿Qué consejo le darías a una mujer que quiere dedicarse a la investigación?
R. Le diría que trabaje siempre con ilusión, que sea honesta con sus valores y objetivos, que crea en sus capacidades y que las haga visibles.